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El botón de color: virtudes emocionales

El ser humano en su concepto más esencial experimenta a cada momento un sin fin de emociones de todo tipo, emociones que pueden ir desde hacernos bailar de felicidad o al extremo opuesto, llorar de tristeza, va pasando por la paz que nos genera contemplar una obra de arte, o el desagrado ante la presencia de una persona no deseada. Según el propio individuo, o la influencia del entorno en el que se desenvuelve, varias pueden ser las causas, de igual forma él, o los factores que la desencadenan, ya que el significado de dichas variantes y el escenario en el que fueron formuladas, presentarán una sustancia al diferenciar según los conceptos adquiridos por cada persona a lo largo de su existencia. Pero... ¿Podemos controlar dichas emociones?, ¿Encausarlas?, ¿Suprimirlas? o ¿Para que nos sirve tenerlas?.Todas ellas en conjunto, sirven como mecanismo de supervivencia, por eso cuando escuchamos o decimos la frase - me quiero morir - hacemos la referencia emocional ante algo que se presenta como una potencial amenaza insuperable. Ellas son una manera de estar en contacto con el mundo que nos rodea y alertarnos de sus peligros. Cada una de ellas tiene una función específica, y está ligada e influye directamente con nuestro estado anímico